domingo, 16 de septiembre de 2007
[Violeta Amanecer-La situación]
'bout Cupido y de las suyas: Pues bueno, hace tiempo que no escribía nada por estos lares debido a que no había pasado nada digno de relatarse. Recientemente estuve en un café-concierto que organizó un colegio en el cual estudié alguna vez y me re-encontré con gente que no veía hace poco más de 7 años. En el transcurso de la noche hablé con varias personas que no recordaba, que apenas conocía y que nunca en la vida pensé encontrar allá;de entre todas ellas, hablé con ella, es decir con la linda chica. La vez pasada escribí en el cuestionario de las 100 cosas acerca de mi que empezaba a creer en el amor a primera vista, pues en esta ocasión diré que definitivamente creo en él. Las miradas que se cruzan, se pierden y se buscan en la noche a la luz de la fogata hace que el resto del mundo desaparezca y solo se convierta en una excusa para descansar del juego esquivo de las miradas intrigantes, cautivadoras y en algunas ocasiones pecaminosas. Como siempre, esta velada no termina igual que para la Cenicienta y se extiende hasta la madrugada, fría y desértica. Naturalmente, se vuelve menos fría por el ron que se va acabando lentamente y menos desértica porque, aunque las personas van cayendo lentamente [bien sea por el ron o por el sueño], la compañía de ella hace que en la mitad de la nada se pueda pasar una eternidad muy tranquila y que todo culmine perfectamente cuando el sol sale y el violeta de la madrugada es remplazado por el azul pálido del cielo. Nuevamente todo se junta en las dósis perfectas: amanecer, la linda chica, la sempiterna música de Queen y por supuesto el licor en cantidades adecuadas y nada exageradas.
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